Un domingo me dispuse a tomar fotografías y recorrer
Chapultepec sin saber con itinerancia dónde pararían los disparos de mi cámara.
Sólo sabía que me dejaría envolverme por toda la oferta cultural
que es <<aquí entre nos>>, ¡demasiada! Reforma esta tan atascada de
oferta cultural y actividades que para cuando llegué al Ángel estaba agotado.
A la caza de la libélula
Pasé al lago de Chapultepec dentro de la zona donde se puede remar
para disfrutar del paisaje y aprovechar unas tomas. Comencé con algunas fotos
poco interesantes, nada nuevo que se pueda ver si uno va a pasear a las lanchas. En esta zona se puede hacer
pic-nic sin ningún problema, el pasto esta muy bien cuidado.
Después de observar un rato los patos y fotografiarlos
encontré algo muy curioso. Un par de libélulas que me rodeaban e iban a gran
velocidad. Lo interesante era que se sostenían en un punto fijo por alrededor
de 1 a 5 segundos <<como si fueran helicópteros>>.
Suficiente para fotografiarlas. Perseguí a la libélulas un buen rato, incluso
me puse en cuclillas esperando a que la libélula se sostuviese.
No tuve éxito en las primeras ocasiones, hubiera sido mucho más
fácil con un telefoto, desafortunadamente sólo traía mi lente 18-55 mm. Finalmente decidí imponerme el reto de lograr al menos una buena fotografía con lo que tenía a la mano.
Tomé fotos de libélulas de un lado para otro, cambiaba de posición constantemente, saltaba, corría, ajustaba la cámara y de repente me comportaba cauteloso
esperando no asustar al insecto volador. Si alguien observara pensaría que estaba loco.
También pasé al Jardín Botánico donde continué mi búsqueda
de libélulas. En ese lugar había mas y tuve más suerte.
Busca a la libélula
No obtuve buenos resultados al principio y sin embargo
resulta divertido buscar a la libélula en las siguientes fotografías. Así es,
¿qué esperas? encuentra a la libélula.
Los resultados
Al final mi ejercicio dio frutos, descubrí que lo mejor era
observar donde volaban las libélulas con mayor frecuencia y esperar a que
alguna se posara o hiciera un helicóptero. Algunas libélulas cooperan y con otras es difícil seguirlas al vuelo, es impresionante la velocidad con la que trasladan de un lugar a otro.
Con todas mis dificultades conseguí un par de buenas fotos
que quiero compartir. Ustedes me dirán... ¿qué tal quedaron?
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