Había muchos fotógrafos, me imagino que la mayoría tan invitados como yo. En fin, esta experiencia me dio la oportunidad de seguirme probando como fotógrafo de conciertos.
El concierto fue de lo mas íntimo y disfrutamos de tener al grupo de cerca y con sus notas al filo de un espacio pequeño donde se pudo disfrutar su música mas allá del alboroto de un concierto convencional.
Las fotos que mas me gustaron parten de tener al grupo a menos de dos metros de distancia con un lente 50mm 1.4
Gracias Museo Franz Mayer.
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